Como si no hubiera un mañana

Les dejo un pequeño escrito, algo un poco distinto, de mi autoría, espero les guste, se titula: Como si no hubiera un mañana.

Allí estaba ella, con su sublime belleza como siempre. El viento agitaba sus rizados y rojizos cabellos haciéndolos chocar contra la tersa piel de su angelical rostro. Era la imagen perfecta, sin embargo yo sabía que en la realidad las cosas no eran así. El dolor que había en sus ojos nunca podré ahuyentarlo de mi memoria. Yo sabía que ella estaba deshecha por dentro, lo sabía porque yo también lo estaba al estar tan cerca y a la vez tan lejos de ella.

Ella noto mi presencia, no era la primera vez en que la miraba con tanto fervor que hacía que girará hacía a mi. Su mirada encontró a la mía y las lágrimas no dudaron en manifestarse, por dentro, mi corazón lloraba también. ¿Cómo podía ser posible que esta hermosa criatura me causara tanto daño?, si hacia unos meses éramos las dos personas más felices sobre la faz de la tierra, los más felices en el mundo, en nuestro mundo. Hasta que su padre la había apartado de mi, se había llevado lo que yo mas amaba, mi razón de vivir. Pero no iba a renunciar a tan hermosa sensación, no podía renunciar a su amor, a su sonrisa, pero cuando la busque, ella ya no estaba. Después me enteré de todo. Su dueño, un terrible hechicero la había maldecido. Al principio pensé que le había quitado su belleza, pero eso no me importaba, yo lo amaba de cualquier manera pues su corazón nunca dejaría de ser para mi el más hermoso y preciado tesoro, pero cuál fue mi sorpresa cuando quise acercarme a ella para tenerla entre mis brazos, cuando lo intente era como si tuviera un escudo alrededor que no me dejaba entrar y me debilitaba.

He pasado los últimos meses viéndola a lo lejos, pero en este justo momento cuando sus ojos me dicen “te extraño” la resistencia me falla y tengo que sucumbir, aunque me cueste la vida. Me acerco con paso firme y decidido, si voy a morir que sea de la forma más dulce y romántica… que sea por ella. Conforme camino puedo sentir como el dolor me corroe, pero este se limita por el gran amor que siento, estoy dispuesto a todo. Ella se da cuenta e intenta alejarse, sé que no quiere hacerme daño, pero el daño es no estar nunca más a su lado, antes de que pueda estar lejos la alcanzo, con dificultad logro acercarla a mi cuerpo, la sostengo entre mis manos, el dolor quema de manera insoportable pero ya nada importa.
La beso con pasión, quiero probar sus dulces labios como si no hubiera un mañana….porque después de esto…no lo hay.