Para cerrar la semana, les comparto un texto de mi autoría, el cual hace poco mi querida amiga de Jóvenes Escritores publico en su blog. Se llama Sentimientos y espero que les guste.
Puedo sentir en mi interior la suave calidez que desborda mi corazón cada que está junto a ti.
Pero tu corazón yace detrás de un delgado pero impenetrable muro de acero…
Porque no lo quieres dejar sentir, No quieres que mi corazón le comparta su calor, no quieres que lo contagie de la alegría que me embarga simplemente al escuchar tu dulce voz, al sentir tus tibios labios cerca de los míos en ese instante que aunque fugaz, significa para mí una conjugación de todas las emociones aunque para ti no sea más que un tonto error que no te puedes permitir una vez más.
Como quisiera que en tus sueños me pidieras a gritos estar contigo otra vez, en cambio soy yo la que sueña, la que solo sueña que algún día te tendrá, mas el duro golpe que me doy cuando despierto y vuelvo a la realidad es el más amargo momento, y el más cruel sentimiento que puedo acoger en mi pecho.
El dolor se acumula en mi garganta, ocasionándome un nudo de ridículo tamaño que me impide decirte lo que quiero que escuches, decirte que aún te amo y que no quiero pasar un segundo más sin ti, decirte que desfallezco por estar entre tus brazos otra vez.
¡Cuanto quisiera que todo fuera tan sencillo! Decirte que te quiero y que vuelvas conmigo, decirte que borremos todo lo sucedido… pero justo en ese momento en que me armo de valor te levantas y te vas porque alguien más te llama y no puedes tardar. Y así te alejas… y me dejas sola, con los sentimientos a flor de piel y los ojos inundados de saladas lágrimas que nunca, nunca haz de ver. Cómo quisiera que tú lo supieras… si tan solo prestarás atención a lo que mis tristes ojos tratan de transmitir cuando se encuentran con los tuyos ya lo habrías averiguado. Pero nunca sucederá porque en este nuevo mundo donde decidiste vivir no soy más que aquella dulce amiga que se preocupa por ti.
Puedo sentir en mi interior la suave calidez que desborda mi corazón cada que está junto a ti.
Pero tu corazón yace detrás de un delgado pero impenetrable muro de acero…
Porque no lo quieres dejar sentir, No quieres que mi corazón le comparta su calor, no quieres que lo contagie de la alegría que me embarga simplemente al escuchar tu dulce voz, al sentir tus tibios labios cerca de los míos en ese instante que aunque fugaz, significa para mí una conjugación de todas las emociones aunque para ti no sea más que un tonto error que no te puedes permitir una vez más.
Como quisiera que en tus sueños me pidieras a gritos estar contigo otra vez, en cambio soy yo la que sueña, la que solo sueña que algún día te tendrá, mas el duro golpe que me doy cuando despierto y vuelvo a la realidad es el más amargo momento, y el más cruel sentimiento que puedo acoger en mi pecho.
El dolor se acumula en mi garganta, ocasionándome un nudo de ridículo tamaño que me impide decirte lo que quiero que escuches, decirte que aún te amo y que no quiero pasar un segundo más sin ti, decirte que desfallezco por estar entre tus brazos otra vez.
¡Cuanto quisiera que todo fuera tan sencillo! Decirte que te quiero y que vuelvas conmigo, decirte que borremos todo lo sucedido… pero justo en ese momento en que me armo de valor te levantas y te vas porque alguien más te llama y no puedes tardar. Y así te alejas… y me dejas sola, con los sentimientos a flor de piel y los ojos inundados de saladas lágrimas que nunca, nunca haz de ver. Cómo quisiera que tú lo supieras… si tan solo prestarás atención a lo que mis tristes ojos tratan de transmitir cuando se encuentran con los tuyos ya lo habrías averiguado. Pero nunca sucederá porque en este nuevo mundo donde decidiste vivir no soy más que aquella dulce amiga que se preocupa por ti.
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