La Cocina de los Libros de Soyangri

Autora: Kim Jee-Hye

Género: Ficción Literaria, Contemporáneo

224p

2025, Plata (Urano)

Bienvenido a la cocina de los libros de Soyangri. Recuerda: aquí el tiempo fluye a otro ritmo, pero podrás tomarte ese descanso que tanto anhelas y encontrarás un refugio que te ayude a vencer tus miedos más profundos... 

Yujin pasó varios años de su vida consumida por su trabajo después de crear una startup, pero, tras descubrir el pueblo de Soyangri, decide abandonar Seúl y abrir una cafetería literaria. Un lugar donde recomendar libros que sean un mimo al alma y servir platos que curen el espíritu de los clientes. 

Pero ¿cuáles son las historias que atormentan a los nueve invitados que pasarán por la librería? 

La cocina de los libros de Soyangri explora las diversas preocupaciones de las personas y nos invita a reflexionar sobre la vida misma y sobre nuestros deseos más profundos. A través de diálogos cotidianos, podremos conocer las historias de cada cliente y, tal vez, vernos reflejados en los pequeños detalles que nos apelan como seres humanos. Al fin y al cabo, son los pequeños momentos los que tienen el poder de cambiarnos la vida. 

La Cocina de los Libros de Soyangri es un libro acogedor que nos cuenta la historia de Yujin y cómo decide abrir una cafetería literaria que pronto se convierte en un refugio para personas con historias únicas.

Yujin está cumpliendo el sueño de todo amante de los libros: abrir su propia librería-cafetería, que además funciona como un retiro para escritores. Es muy lindo ver cómo este proyecto va tomando forma a lo largo de las estaciones, y cómo La Cocina de Libros se vuelve parte importante en la vida de los personajes.

Es un libro bonito, fácil de leer, y aunque ligero, también logra plantear temas interesantes que invitan a la reflexión. Sí, sé que esta es una fórmula que hemos visto muchas veces en la literatura asiática, pero honestamente, no lo veo como algo negativo. A veces simplemente necesitamos historias reconfortantes, de esas que se sienten como un abrazo al corazón. Y mientras sigan existiendo (y mientras Plata nos las siga trayendo, jeje), yo las voy a seguir leyendo sin dudarlo.