Elise Parte 5

Estaba a punto de armarse valor para llamar cuando alguien toco la puerta, fue a abrir y su Jake estaba ahí con un rosa en la mano, eso era raro. Jake que haces aquí preguntó extrañada. Lauren me dijo que te sentías mal y te traje esto, dijo dándole la rosa amarilla que traía en la mano. Te sientes mejor?. Si, mucho mejor dijo mintiendo, no era difícil mentirle a Jake, simplemente no era observador como para darse cuenta de que Elise le estaba ocultando algo, un hecho que nunca había salido a la luz. Jake se quedo ahí el resto del día y por primera vez hicieron todo lo que Elise deseaba, vieron una película y cenaron en casa, aunque fue comida tailandesa que ordenaron a domicilio.

Un sentimiento estaba naciendo en ella, era cariño, de verdad sentía cariño por Jake. Paso la mano por los rizados y castaños cabellos de su novio y miro fijamente en sus azules ojos igual de profundos que el mar y por primera vez en varios meses su defensa se desbarato y le besó con pasión y el le respondió el beso con increíble ternura e intensidad a la vez. Jake se quedo a dormir, aunque e Elise no podía conciliar el sueño, tenía entre sus manos la agenda con el número de Frank apuntado, ahora no era momento para llamar, sería una insensatez. Que pasa cariño? Necesitas llamar a alguien pregunto Jake, entrando en la habitación de Elise, nunca habían dormido en la misma cama, sencillamente a Elise no le nacía dejarlo dormir con ella las escasas noches que se quedaba ahí, siempre le había acomodado en el cuarto de huéspedes. Se sentó en la cama y ella puso la agenda a un lado y acarició suavemente su rostro pálido por naturaleza, Jake le correspondió con un beso en la frente, luego una en la mejilla, uno en el cuello y cuando se percato ya estaba entre sus brazos. Quédate aquí conmigo. Estás segura? Elise hizo un movimiento afirmativo con la cabeza, solo abrázame por favor pidió con ojos de ternura y Jake la abrazo fuertemente acercándola a su pecho. Podía sentir su calor y por un momento el nudo en la garganta, la opresión en el pecho se fue. Pero no por mucho tiempo.